UNA SIMPLE ECUACIÓN PARA LA VIDA
En la vida siempre experimentamos la dicotomía de querer cosas sin analizar el por qué las queremos, ni cuándo las queremos o cómo las obtendremos. Todos buscamos tener una buena salud, una mejor situación financiera, un buen auto o una gran casa.
Pero el gran problema que enfrentamos camino a nuestro crecimiento es que constantemente nuestro foco está en obtener cosas y no en cómo mantenerlas. Donde está tu foco, está tu realidad.
Mike Tyson, el famoso boxeador al que le gustaban las orejas, siempre deseó ser millonario. Su esfuerzo y dedicación lo llevaron a convertirse en uno de los boxeadores más importantes de la historia, alcanzando una fortuna de 500 millones de dólares. En algún momento de su carrera, y de un día para otro, Tyson perdió todo y se encontró en una situación peor que la original. ¿Cuántas veces nos han contado la historia de la persona que se gana la lotería y en poco tiempo termina peor que antes? ¿Por qué sucede esto? Por la sencilla razón de que no existe el proceso de transformación de fondo de una persona cuando no se prepara o cuando las cosas le llegan de golpe. Por ejemplo, un amigo logró generar un millón de dólares a sus 27 años, luego quebró un año después y se demoró 8 meses en poder volver a ganar un millón de dólares.
Ser millonario es un buen negocio no por lo que ganas en términos monetarios, sino por la persona en que te conviertes en el proceso. No es lo que dices, es lo que eres. El ser es lo que hace la diferencia en el resultado final y es lo que genera que tengamos resultados sostenibles en el largo plazo.
Otra aspecto importante de por qué sucede esto tiene que ver con una emoción instintiva de todos los seres humanos: la “gratificación inmediata”. Queremos tenerlo todo de inmediato, sin necesariamente esforzarnos para alcanzarlo. Esto hace que nos frustremos cuando los objetivos no se obtienen, pero la verdad es que sólo se trata de una ilusión nuestra.
La única receta para lograr tus sueños es trabajar duro es pos de tus objetivos.
Siempre entre el SER y el TENER existirá una brecha. Lo bueno de esta brecha es que el acortarla y llevarla a cero está en nuestro poder, porque lo que separa el SER del TENER es el HACER. Y el HACER tiene que ver con las decisiones que tomamos día a día, y que nos acercan o nos alejan de quien queremos ser y lo que queremos lograr.
SER, HACER y TENER, la simple ecuación que te llevará a lograr lo que quieras en esta vida. Porque el objetivo de tu camino es que vivas una historia extraordinaria en la realidad, no en tu mente.
Benja Faivovich
Director Ejecutivo Emprendejoven