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Hoy quiero confesar que te amo

¡La alegría y la gratitud hoy fluye a través de mí! y es que esta semana me conecté con la verdadera fuente del cambio; el amor.
El amor es más que una frecuencia electromagnética o una fuente inagotable de energía positiva, es mucho más que una combinación de neurotransmisores. El amor es la base de todo, es darle a tu vida la misión de servir, de expandirte y de estar consciente que se puede estar mejor y cambiar el mundo. Pienso que de esto trata tu rol, de amar, de amarte, de cuidarte y con esta base pavimentar el camino de tus jóvenes.

Lo interesante es que el amor se puede trabajar e inclusive automatizar en tu vida. Si escuchaste bien, lo puedes automatizar. ¿Cómo? A través de hábitos.

Hoy terminé de leer un libro llamado «Hábitos atómicos», un libro extraordinario que me dejó algunas enseñanzas que quiero compartir contigo para que puedas vivir una vida más en armonía, en amor contigo mismo y en amor con tu entorno.

La ciencia nos dice que nuestro comportamiento es casi automático. Entre el 40% y el 60% de nuestras decisiones diarias son hábitos: Vamos a los mismos lugares, comemos las mismas comidas, hablamos con las mismas personas. Estos comportamientos automáticos tienen una función. Ahorrarte energía.

Somos esclavos de nuestros pensamientos, comportamientos y emociones. ¿Cuántas veces has intentado comenzar la dieta o ir al gimnasio? ¿Cuántas veces has intentado dejar de fumar o detener algún patrón nocivo en tu vida? ¿Cuántas veces lo has intentado pero en la práctica haz fallado? Hoy intentaré entregarte una nueva filosofía, la del «hábito atómico», para que puedas protegerte energéticamente y sumar puntos en la dimensión del autocuidado.

Hay un poder enorme escondido en los «hábitos atómicos». Estos son hábitos tan pequeños que el esfuerzo que implica realizarlos es prácticamente cero.

Cada vez que queremos generar un gran cambio en nuestras vidas podemos caer en el «abismo de la desilusión» que es el momento en que me comprometo a hacer algo, pero no lo sostengo en el tiempo. Aquí te van algunos conceptos y tips para resignificar tus hábitos y vincularte de manera triunfal ante un cambio de comportamiento para tu vida.

1.- El cambio se logra desde la vereda de la autoimagen: Siempre nos estamos enfocando constantemente en hacer algo por un resultado, cuando la realidad del cambio surge del cambio de identidad. Confundimos y le damos absolutamente toda la importancia a las metas cuando en realidad lo relevante es enfocarnos en el sistema que produce el hábito.

Si quieres realmente cambiar y darle un sentido de progreso a tu vida enfócate en quien quieres ser (tu identidad) y enfócate en el sistema no en la meta.

La palabra identidad viene del latín esentitas que significa ser / existir y la palabra identider que significa repetidamente por lo que tu identidad es la repetición de tu existir, es decir, eres tus hábitos.

Por lo tanto decide la persona que quieres ser y demuéstratelo con pequeñas victorias.

2.- Los hábitos poseen cuatro pasos: señal / anhelo / respuesta / recompensa : La neurociencia nos indica que estos cuatros pasos son la clave para desarrollar un comportamiento nuevo. Como educadores y guías hemos estudiado a B. Skinner, quien nos muestra como funciona la conducta. Primero recibo una señal, genero el anhelo para convocar a la acción o la inacción (respuesta) y finaliza el proceso con una recompensa que me permite adquirir satisfacción para poder repetir la actividad.

Para crear un nuevo hábito debo hacerlo obvio, atractivo, sencillo y satisfactorio.
Para eliminar un pasado hábito debo hacerlo invisible, poco atractivo, difícil e insatisfactorio.

Por ejemplo si quiero eliminar el hábito de ver televisión quizás una buena decisión podría ser desconectar el televisor o guardarlo. De esta manera si quiero ver TV tendría que incurrir en grandes cantidades de energía para poder hacerlo. Ya ese hábito se me hizo poco atractivo y difícil.

Si quiero comer comida saludable, quizás podría el domingo cortar frutas y verduras y dejarlas en el refrigerador. De esta manera comer sano será fácil y sencillo.

Uno de los secretos está en cómo creo el entorno para que la señal, el anhelo, la respuesta y la recompensa estén alineadas con lo que quiero lograr.

3.- El ambiente define tus hábitos: Tu entorno te define y eres el reflejo de los hábitos y conductas de tu grupo de trabajo, amigos y familia. Teniendo esto en cuenta si quieres adquirir nuevas habilidades y hábitos debes salir a conocer nuevas personas y grupos. Ojalá que sean grupos que estén alineados con los resultados que quieres tener. Este es un atajo que te permitirá lograr lo que quieres en tiempo récord. Si la conducta te da aprobación del grupo estarás más proclive a hacerlo. Usa la psicología a tu favor para entender como funcionas y maximizar tus resultados.

4.- Avanza despacio, pero sin mirar atrás: «lo perfecto es enemigo de lo bueno». Seguramente has escuchado esta frase y es que es mejor hacer un hábito atómico que esperar hacerlo todo a la perfección.

Recordemos que un hábito atómico es un hábito tan pequeño que requiere un mínimo de esfuerzo:

Si quiero hacer deporte diré » mi hábito atómico es hacer una flexión de brazos».
Si quiero leer diré «hoy leeré solo una página de este libro».
Si quiero comer más sano «Cada vez que coma comeré primero las verduras, luego el resto».

Recuerda que lo importante es la cantidad de veces que repites un hábito no el tiempo involucrado en tu hábito.

5.- Prepara el ambiente: «un hábito, un lugar». Procura estar preparando tu ambiente para lograr nuevos comportamientos. Si aíslas tu hábito con condiciones, ambientes, lugares y personas correctas el éxito será tu destino.

Con estos tips te comenzarás a preparar para una vida de autocuidado. Muchas veces no somos conscientes de cómo ciertas acciones nos matan lentamente. Prepárate para recibir lo mejor y para sacar lo máximo de ti, porque con buenos hábitos mejorarás la relación contigo mismo, tu salud física y emocional y por supuesto la relación con los jóvenes en las aulas.

¡¡¡Ahora te toca a ti!!!

Ejercicio para tu vida:

1) Haz una lista de todos tus hábitos de un día y marca con signo + si son positivos, signo – si son negativos y signo = si son hábitos neutros.

2) Ordénalos, y crea un día ideal. Incorpora hábitos que quieras hacer en un día y elimina los que no quieras hacer y monitorea tu progreso de ese día. Solo hazlo por un día. Tu día de hábitos.

3) Aplica la regla de los 2 minutos. Apenas estés en el horario del hábito demórate máximo 2 minutos para iniciar la acción.

La mejor manera para crear este día es ponerle hora y lugar al hábito que vas a ejecutar.
Para seguir profundizando de hábitos y autocuidado te recomendamos el libro «Productividad Máxima».

Si quieres ver un resumen del libro, haz clic al siguiente video.
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Benja Faivovich

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